En los últimos días, vecinos de la calle 153 entre 9 y 10 denunciaron públicamente una serie de hechos relacionados  con el ataque de rompepuertas, una nueva modalidad que está generando mucho temor en los lugareños de todo el conurbano bonaerense. Piden más seguridad y presencia policial.

  Tal es así que el último miércoles, minutos después de las 11 horas, tres delincuentes quedaron grabados en las cámaras de seguridad de una vivienda, alojada a muy pocos metros de un reconocido jardín del mencionado distrito, luego de producir una embestida delictiva.

  Los cacos no pudieron entrar al hogar gracias a que la puerta estaba reforzada con barras de hierro, como protección para este tipo de robos. Igualmente, en forma previa, habían roto, con barreta de por medio, la puerta de la reja de ingreso al patio delantero. Se sospecha de un trabajo de investigación previo.

  Al escuchar el ruido de la patada, la dueña de la vivienda, que se encontraba con su pequeño hijo de dos años y medio, activó la alarma vecinal. Cuestión que desencadenó en la huida desesperada de los ladrones.

  Los propietarios del domicilio realizaron la denuncia correspondiente en la Comisaría 1° de Berazategui. Desde la citada Seccional se hicieron presentes en la casa afectada donde a través de una reunión con un grupo de 25 residentes, se comprometieron a realizar los operativos correspondientes para tener más presencia policial en el radio de calles detallado.

  Cabe agregar que hace aproximadamente 3 años, la vivienda damnificada había sufrido un robo que motivó a la instalación de las alarmas y cámaras.

 La expresada zona, cerca del centro, suele ser recorrida por muchas personas debido a que en la esquina de 10 y 153 se ubica un importante colegio privado. En los horarios de ingreso y egreso de los estudiantes se produce el mayor movimiento.  Después es “tierra de nadie”, según indicaron los vecinos en diálogo con Presencia Periodística.

Entraderas

  Otros vecinos del barrio también han denunciado robos de la modalidad conocida como “entradera” y hurtos constantes hacia transeúntes, en su mayoría jóvenes que son interceptados por su celular o distintas pertenencias.

 Por estos motivos en Berazategui piden mayor seguridad.